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Conoce a Estel Blay, la astronauta análoga marciana del IEEC

Mar 7, 2025

Mañana, 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer, una jornada que se celebra cada año para reivindicar la igualdad de género y los derechos de las mujeres. El Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) quiere aprovechar la ocasión para destacar la participación de una de sus trabajadoras, Estel Blay, program manager del IEEC que trabaja en el ESA Phi-LabNET Spain, en la misión análoga marciana Hypatia II el mes pasado.

La misión fue preparada por Hypatia Mars, una asociación liderada por mujeres con los objetivos de desarrollar investigación sobre Marte, acercar esta investigación a la sociedad y dar a conocer a las mujeres en la ciencia para crear referentes para adolescentes, niñas y niños.

Del 2 al 15 de febrero, Hypatia II llevó a un equipo de 7 mujeres a la Mars Desert Research Station (MDRS), situada en el desierto de Utah, en condiciones ambientales y de aislamiento que pretendían imitar las de Marte. El lugar creó una experiencia de inmersión, en la que la tripulación sintió realmente lo que es estar en Marte, desde el terreno rojo del desierto, pasando por las condiciones de viento extremo y las bajadas de temperatura, hasta las limitadas y programadas actividades extravehiculares (EVA).

Estel Blay formó parte de la tripulación de Hypatia II, lo que nos permitió comprender mejor lo que significan estas misiones, no solo para el futuro de la exploración de Marte, sino para las futuras generaciones de mujeres. Junto a Blay, que asumió el papel de científica y responsable de salud y seguridad, se encontraban otras seis mujeres que formaban un equipo multidisciplinar: Ariadna Farrés (comandante de la tripulación), Anna Bach (oficial ejecutiva de la tripulación y artista residente), Helena Arias (ingeniera de la tripulación), Marina Martínez (geóloga y oficial de GreenHab), Jennifer García Carrizo (periodista de la tripulación) y Mònica Roca i Aparici (especialista de la misión e ingeniera de la tripulación). Además, dos mujeres fueron seleccionadas como tripulantes de reserva: Laura González Llamazares (ingeniera) y Lucía Matamoros (científica).

Ciencia en Marte

Así, la tripulación se desplazó al MDRS para realizar experimentos científicos en un entorno que se asemeja a las condiciones marcianas. En concreto, se pretendía estudiar los efectos que la estancia en Marte puede tener sobre las mujeres en factores como la menstruación, la nutrición, la actividad física, los ritmos circadianos del sueño y otras variables biológicas relacionadas con el estrés.

Por su parte, Blay realizó tres experimentos a lo largo de la misión, los cuales se efectuaron sobre la base de propuestas realizadas por ella misma durante la presentación de su candidatura a Hypatia II: 

  • El primero se centró en estudiar los efectos que el polvo marciano puede tener sobre la eficiencia de los paneles solares, experimentando, por un lado, con diferentes recubrimientos y, por otro, con distintas estructuras de paneles solares «origami» (plegables). 
  • El segundo fue el desarrollo de un menú de 24 horas para astronautas. Blay colaboró con una organización singapurense llamada Space Faculty, que propone este tipo de retos STEM a los más pequeños. Blay cooperó con escolares de entre 8 y 10 años para diseñar un menú saludable.  
  • El tercero se centró en crear un GreenHab para cultivar tomates en Marte. Junto con estudiantes de 16 años del British School of Barcelona, Blay estudió el crecimiento de los tomates en diferentes condiciones de luz y agua. 

La falta de visibilidad de las mujeres en la ciencia

En la actualidad, únicamente una de cada diez astronautas es mujer. La falta de mujeres astronautas no sólo ha provocado una importante falta de datos sobre las misiones espaciales, sino también un déficit de visibilidad de las mujeres en la ciencia, lo que refuerza los estereotipos de género y limita la representación de las mujeres en los campos STEM. Esta infrarrepresentación se traduce, además, en una escasez de modelos de conducta para las generaciones más jóvenes de mujeres, lo que puede disuadirlas a la hora de perseguir carreras en la exploración espacial y otras disciplinas científicas. La asociación Hypatia viene intentando, desde hace un tiempo, invertir esta tendencia. 

Blay reflexionó sobre los impactantes efectos que una asociación como ésta puede tener sobre la sociedad. «El apoyo que recibimos por parte de la comunidad es bastante impresionante», afirmó, “todos los periódicos hablan de nosotras cada vez que salimos de misión, compartiendo nuestras aventuras y experimentos y ayudándonos a llegar a mujeres jóvenes y niñas de todo el país». Esto demuestra los efectos positivos que iniciativas como ésta pueden tener sobre la sociedad. Es importante que las niñas crezcan viendo a otras mujeres dedicándose a la ciencia, ya que eso les inspira a creer que son capaces de alcanzar sus sueños, y que pueden tener éxito en cualquier cosa que las apasione. «Está funcionando. Está claro que está llegando a la sociedad y generando un impacto en las niñas y los niños más pequeños», concluyó Blay.

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