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Captan el cometa Tsuchinshan-ATLAS desde el Observatori del Montsec

Oct 18, 2024

  • El astro llegó a su punto más próximo a la Tierra, a unos 70 millones de kilómetros, el pasado 12 de octubre
  • El Telescopio Joan Oró ha permitido obtener imágenes de gran calidad del cometa, con detalles de su envoltorio de polvo
  • Investigadores del IEEC en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y en el Observatori del Montsec han llevado a cabo esta observación

Leyenda: Imagen apilada de 45 segundos de exposición, con filtros Johnson V, R e I, del cometa Tsuchinshan-ATLAS.
Créditos: TJO/OdM.

El pasado 12 de octubre, el cometa Tsuchinshan llegaba a su punto más próximo a la Tierra, a unos 70 millones de kilómetros. El Observatori del Montsec (OdM), gestionado por el Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) y situado en la localidad de Sant Esteve de la Sarga (Pallars Jussà), obtuvo imágenes muy detalladas de este astro errante la tarde del 14 de octubre, pese a las condiciones meteorológicas adversas y su proximidad angular al Sol, que dificultaban la observación.

El cometa, que en aquel momento se encontraba a 72 millones de kilómetros de la Tierra, era bien visible a simple vista, puesto que presentaba una magnitud parecida a Deneb, una de las estrellas más luminosas. Se mostraba majestuoso: la coma (el envoltorio de polvo que rodea el núcleo) tenía un tamaño parecido a la Luna y la cola se extendía unos 20° de longitud en el cielo (el equivalente a juntar unas 40 lunas seguidas). Multitud de fotografías del cometa han llenado las redes sociales los pasados días.

Ante este acontecimiento astronómico de primera magnitud, dos astrofísicos del IEEC programaron un proyecto observacional con el telescopio robótico Joan Oró, ubicado en el OdM. Josep M. Trigo, investigador del IEEC en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), y Kike Herrero, director del OdM, querían encontrar detalles de la coma del cometa con varias secuencias de imágenes realizadas con múltiples filtros fotométricos. Las impresionantes imágenes obtenidas muestran la intensa actividad de emisión de polvo a partir de los chorros de gas sublimado que se generan desde cerca de una decena de regiones activas.

En palabras de Josep M. Trigo: «A pesar de que el núcleo real del cometa es de solo unos 3 km, demasiado pequeño y lejano para verse, su frágil y volátil naturaleza hace que cerca del Sol emita toneladas de gas y polvo por segundo, volviéndose un objeto muy extendido y brillante. Aun así, tanto polvo apantalla el núcleo y hace difícil estudiarlo. Hay que hacer una tarea detectivesca en la coma interior, un entorno bastante brillante debido a que es rico en polvo emitido desde el núcleo».

Los cometas son agregados de hielos, materia orgánica y diminutos granos minerales. Tales partículas (de tamaño centimétrico a milimétrico) son frágiles, se desprenden impulsadas por el gas, y también se fragmentan al ser expuestas a la luz solar. Esto produce polvo que, cuando alcanza tamaño micrométrico, es capaz de reflejar la luz del Sol.

«La coma interior, por lo tanto, se vuelve un ambiente difuso y que con telescopios pequeños no se puede resolver», explica Kike Herrero. «A pesar del reto, telescopios con diámetros superiores, como por ejemplo el Telescopio Joan Oró, permiten resolver estructuras espirales dentro de la coma», ha añadido el experto. Estos chorros de gas y polvo se doblan bajo la presión de radiación del Sol y generan intrincadas estructuras. A partir de estas imágenes los investigadores tienen que extraer información valiosa sobre las regiones activas del núcleo del cometa y su producción de polvo.

Leyenda: Imagen del cometa Tsuchinshan-ATLAS en luz visible tratada con un filtro Larson-Sekanina. Se aprecian al menos ocho gigantescos chorros de material emitido desde el núcleo del cometa.
Créditos: TJO/OdM.

Leyenda: Imagen del cometa Tsuchinshan-ATLAS en luz visible tratada con un filtro Larson-Sekanina en falso color. Muestra la complejidad de la estructura de espirales de materiales emitidos desde el núcleo del cometa.
Créditos: TJO/OdM.

Para visualizar el entorno turbulento de la coma interior, los investigadores aplican varias técnicas para tratar las imágenes y visibilizar los chorros de material emitido desde el núcleo. Un tratamiento con un filtro llamado Larson-Sekanina muestra las gigantescas cortinas de polvo y gas que se desprenden desde las regiones activas por la sublimación del hielo y la presión del gas propulsado hacia el medio interplanetario. Así pues, vemos cómo un cometa cerca del Sol sublima tanta cantidad de hielo que se transforma repentinamente en una gigantesca fuente de material por su naturaleza volátil. Los cometas se formaron en regiones alejadas del Sol u otras estrellas, a temperaturas muy bajas que los han hecho una amalgama de hielos y pequeñas partículas durante las fases tempranas de la formación del Sistema Solar.

El cometa todavía será accesible a simple vista y con prismáticos las próximas noches pero perderá rápidamente magnitud al alejarse a una velocidad relativa de la Tierra próxima a 290.000 km/h. Los últimos cálculos dinámicos indican que finalmente este objeto se perderá en el espacio interestelar siguiendo una órbita hiperbólica después de su encuentro con el Sol. 

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